La economía circular y la energía renovable

La economía circular supone un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, reutilización y reciclaje de los elementos. Dicho de otra manera, el objeto de la economía circular es de sustituir el sistema de producción basado en la economía lineal que no se ajusta a las necesidades actuales y mantener un flujo constante y sostenible de los recursos que brinda la naturaleza a las sociedades humanas y que tienen carácter agotable tal y como se requiere para lograr especialmente el  objetivo 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así, la economía circular se considera como herramienta relevante para lograr dicho objetivo.

Por otro lado, en los últimos años la Comisión Europea (CE) apuesta por el sistema de economía circular señalando que podría generar niveles de ahorros económicos netos muy importante que podrían ser de un 8 % del volumen de negocios anales de la Unión Europea, además del impacto positivo global que se podría generar sobre el medio ambiente.  Asimismo, la CE define la economía circular como un modelo de creación y consumo sostenible que involucra la reutilización, reparación y reciclaje de los productos todas las veces que sean necesarias para extender de esta manera el ciclo de vida de cada producto.

Desde entonces, España consolidó el esfuerzo para poner en marcha un plan de acción de la economía circular adoptando en los tres últimos años nuevas medidas estratégicas aprovechando el impulso europeo para transitar por las vías de circularidad dentro del marco de la sostenibilidad. En este sentido, cabe destacar los avances a nivel nacional como la propuesta del Gobierno español para una estrategia de economía circular 2030, así como del desarrollo de programas específicos a nivel regional y local. No obstante, disponer de un sistema de indicadores fiables resulta imprescindible a fin de destacar y describir las tendencias de aplicación de este tipo de economía.

Los objetivos principales de este modelo de economía son:

En este sentido, es evidente que la economía circular no se acaba solo en la gestión de residuos sino también el uso de energía limpia como la energía eólica o fotovoltaica como motor hacia una producción y consumo sostenible de energía como uno de los principios fundamentales que sostiene la economía circular.

De modo que la energía que procede del sol o del viento, no se agota nunca y es sostenible y por el contrario que cuando la energía procede de otras fuentes como el petróleo etc., pues se considera de producción  y consumo lineal que compromete y contamina la naturaleza y por tanto no es sostenible.

En definitiva, la promoción de la economía circular es fundamental para evitar las catástrofes climáticas globales que se ciernen sobre la tierra y amenazan a la biodiversidad y a la humanidad. Asimismo, el círculo de dicha economía que se pretende lograr debe de estar movido por energías limpias y renovables.

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